martes, 27 de agosto de 2013

DIE SPEICHERSTADT: La Maldad Hecha Juego (RESEÑA)

Die Speicherstadt
Autor: Stefan Feld
Publicación: 2010
Dependencia del idioma: Nula en el juego base. La expansión sí tiene texto.
De 3 a 5 jugadores
Tiempo por partida: 70 min. (Reales)

Hoy volvemos con otro "Feld". Esta vez es el turno de Speicherstadt, un jueguecillo que no sólo tiene un nombre muy raro, si no que, además, tiene una interacción tremenda mediante un sistema de subastas sumamente puñetero. Veamos por qué:


¿De qué va el juego?

Todo eso es un engaño...
En la caja dice que va de comprar y vender mercancías, cumplir contratos y apagar incendios (por lo visto esta ciudad estaba más caliente que Gandía Shore en Agosto). Todo eso es una vil mentira: Die Speichresrtardtdertd... va de hacer mal a tus amigos. Escriben eso en la trasera de la caja y le encargan los dibujos al Menzel para engañarte y que te lo compres, pero es todo falso:
En la Universidad de St. Louis, Illinois, estaban aburridos y tenían ganas de hacer experimentos socio-culturales, que son los más cachondos. Así que contactaron con Stefan Feld (de Denver, Colorado ) para que diseñara la subasta más hijade&*#@ que hubiera conocido el ser humano.
Después de un millón de cuadros de excell, 23 algoritmos, 15 pesadillas, y un par de días con acidez de estómago, descubrió La Subasta, y se guardó los cuadros de excell, algoritmos y lo que le quedó del bote de alka seltzers para ir sacando juegos durante los próximos 125 años (que es cuando llegará el auténtico día del jucio, por cierto).
El caso es que después de ver el mónstruo que habían creado, en la Universidad de Austin, Texas, quisieron deshacerse de La Subasta en el fondo de un lago helado. Sin embargo, un editor de juegos esquimal y satánico pasó por allí (era de Punta Umbría, Júpiter) y, como era esquimal, hizo un agujero y lo pescó.

¿Cómo se juega?

El juego es super sencillo de entender. Se juega por turnos en los que el jugador inicial va rotando hasta que se acaban las cartas. En cada turno todos los jugadores reciben unos ingresos, se sacan las cartas que serán subastadas y comienza la fiesta:

El jugador azul tendría que pagar 3 monedas por ese barco.
Si no, el blanco podría pagar 2. Si éste tampoco quiere,
le volvería a llegar la oportunidad al azul, por 1 sóla moneda.
Empezando por el jugador inicial, cada jugador coloca un muñeco sobre una de las cartas que (supuestamente) quiere llevarse. Todos los jugadores van poniendo un muñeco hasta que todos ponen sus 3 (o 4) meeples, de forma que al finalizar quedarán formadas columnas de meeples de distintos jugadores sobre cada carta.
Después de colocar los señores, es el momento de decidir quién se acabará comprando cada carta.
Para ello, se comienza por la primera carta y el jugador que más abajo esté en la columna de señores (osea, el primero que se puso) tiene la primera opción de comprar la carta, eso sí, pagando tantas monedas como muñecos haya (los suyos incluidos).
Si decide pagarla, se la lleva y los demás retiran sus muñecos, que vuelven a la reserva. Si no, el jugador retira su muñeco y el siguiente jugador que colocó su meeple tiene la opción de comprar. Ahora la carta costaría una moneda menos, puesto que hay un muñeco menos (del jugador que acaba de retirarse).
Se continúa así con todas las cartas que salieron esa ronda.

Las cartas básicas son: mercancías (cartas en forma de barcos), contratos (donde deberemos entregar las mercancías para puntuar) y bomberos. En el juego habrá 4 incendios, y en cada incendio se evaluará quién tiene más valor de bomberos y quién menos. El jugador o jugadores que más tengan, sumarán puntos (cada incendio vale más que el anteior), y los que menos bomberos tengan, perderán puntos (la misma cantidad que los otros ganan, éstos lo pierden).

Hay cartas de muchos tipos.
Aparte de estas cartas "normales", hay muchas otras que nos concederán mejoras durante la partida, formas de conseguir más dinero, puntos, etc.
Parece sencillo pero hay algunas reglas que nos complicarán la vida, como que sólo se puede almacenar una mercancía en el almacén (todo lo que no puedas colocar en los contratos y almacenarlo o cambiarlo lo pierdes), y que para poder puntuar los contratos al final de la partida deben estar completos. Aun así, es un juego bastante familiar en cuanto a reglas.
La expansión Kaispeicher añade pocas reglas más, pero las cartas que trae y las pequeñas variaciones elevan un par de peldaños la profundidad del juego base.

¿Cómo son los componentes?

Es un juego de caja pequeña, pero trae bastantes cartas, maderita y unas monedas bien grandes.
La expansión añade unas pocas cartas más, más meeples, cubos de materiales especiales y la joya de la corona: monedas realistas de metal, de bastante peso y tamaño, que dejan a quien no lo conoce completamente alucinado, y que mejoran mucho la sensación del juego. El arte es muy bueno, propio de Michael Menzel.


¿Escalabilidad?

A 2 jugadores mejor ni intentarlo. A 3 va bastante bien, y a 4 o 5 es como brilla.

Opinión de Xihom

Este juego me trae de cabeza... por el camino de la amargura... no sé si es el juego o soy yo pero es que no lo termino de pillar. No logro hacer apenas nada, siempre me quitan las opciones que quiero, no logro adelantarme a lo que quieren los demás ni consigo hacer un carajo...
Le tengo bastante manía a este juego, aunque creo que el planteamiento está bien y en un principio sí quise jugar (vamos, me engañó la caja jajaja). Pero después de dos o tres partidas es de esos que no quiero volver a ver... puf.
Para colmo, en la expansión se putea todavía más... lo que me faltaba...
En fin, pasopalabra.

Opinión del Dibujante

Xihom lo odia, pero yo me lo paso genial con él.
El pique que se da cuando todos los jugadores se ponen detrás de ti para encarecerte una carta, cómo te defiendes encareciéndoles otras a las demás... Quieras o no, cada vez que pones un muñeco, le estás haciendo la puñeta a otro, y eso me encanta.
Se dan situaciones de jugadores paranoicos porque siempre se ponen los demás encima de él, de cartas de bomberos malas por las que se pega todo el mundo porque un incendio está a punto de aparecer, jugadas en que al final consigues hacerte con las cartas que querías tiradas de precio porque has aprovechado una guerra de pujas entre otros... En fin, mucha diversión (para quien se divierta con toda esta maldad), en una caja pequeñita y barata.
El juego mejora bastante con la expansión, yo no jugaría sin ella, ya que además de añadir otras mecánicas y posibilidades, salen cartas muy interesantes, como robar a los demás o permitirte pasar cuando llega tu turno para esperar a ver qué hacen los otros.
Por poner una referencia, creo que si en vuestro grupo gusta Felix el Gato Encerrado, éste triunfaría.

Las monedas de la expansión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...